jueves, 12 de septiembre de 2013

Thoshiro Kanamori, el buen maestro

Mi primera entrada en este blog intentará haceros reflexionar sobre la importancia del trabajo, al que yo prefiero denominar vocación, de educador. Realmente aquí no hay recetas, no se ofrecen una serie de pasos que al ser seguidos garanticen el éxito de la labor docente. lo que sí refleja, por el contrario, es el buen hacer de un viejo maestro que asienta los fundamentos de su didáctica en la realidad del día a día de sus alumnos.
A lo largo de nuestras sesiones, intentaré convenceros de que la enseñanza de la escritura y la lectura pasa necesariamente por la contextualización del proceso ya sea lector o escritor. Todo texto debe tener un objetivo concreto así como un destinatario real. Dicho objetivo nunca puede ser superar la prueba propuesta e impuesta por el maestro, sino más bien cumplir una finalidad educativa dada, por no hablar de que en el ciento por cien de las ocasiones nuestros alumnos van a pensar en un destinatario muy concreto pero poco real: el maestro que en el peor de los casos calificará el texto y en el mejor lo evaluará para luego calificarlo. 
En los primeros minutos de este documental se plantea una situación comunicativa muy concreta que parte de un suceso luctuoso y que genera el marco idóneo para la enseñanza/aprendizaje de un tipo de texto: una carta.

Espero que os guste.


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1 comentario:

  1. En este video se nos muestra claramente el muy comentado “enfoque comunicativo”; del que todos hablamos pero que ninguno sabe bien cómo se debería de poner en práctica.
    El maestro Japonés nos presenta de una manera particular como entiende la educación y cuál es su objetivo en la escuela, intentar que los alumnos sean felices a través de la empatía. La empatía es la base de su enfoque, puesto que aprovecha las situaciones, a veces tristes, que se dan en el día a día de los alumnos para desplegar los medios necesarios para que todos expresen lo que están sintiendo.
    Sin lugar a dudas considero que esta manera de afrontar la educación debe de ser la base de todo buen maestro. Debemos aprovechar las situaciones que se nos presentan en el aula y fuera de ella para que la educación forme parte de la vida, y que no se aleje, como en muchos ,casos de ella. Con estas sencillas premisas los alumnos, futuros polític@s, abogad@s, banquer@s, charcuter@s, dependient@s...harán del mundo un lugar mejor para vivir. A pesar de que estas palabras pueden sonar a fantasía, creo firmemente que si todos ponemos de nuestra parte conseguiremos que la realidad supere a la fantasía.

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